Piel atópica y rojeces en la piel
Las dermatosis, piel atópica o la psoriasis son problemas cada vez más frecuentes. Pueden ser enfermedades crónicas y recurrentes aunque hay formas de mantenerlas a raya. Las zonas afectadas pueden ir desde la cabeza, brazos, piernas, uñas, cejas, axilas o cualquier otra parte del cuerpo. Muchas veces se ven incrementadas por un factor psicológico y están ligadas a la herencia genética o al estrés.
Lo que llamamos eczema atópico suele comenzar en la segunda o tercera semana de vida y suele ser de origen alérgico. Por otra parte, el eczema de contacto es una reacción del organismo hacia un producto al que se es sensible. También se producen rojeces en la piel por urticaria; que puede ser por contacto y suele desaparecen rápidamente.
Las dermatitis y otros problemas de la piel pueden alternar también las vías respiratorias y el intestino grueso. Es muy recomendable observar estas patologías durante la infancia, porque a veces, detrás de un eczema hay un problema de rinitis o asma. A menudo, en estos casos se abusa de los corticoides que, a la larga pueden generar problemas más graves con el tiempo.
La alimentación juega un papel importante en estos problemas de la piel ya que pueden estar pasando residuos alimentarios y bacterianos al torrente sanguíneo. También pueden estar relacionados con un déficit en la flora intestinal.
En cuanto a la alimentación es recomendable reducir el consumo de huevos, quesos, grasas, azúcar y sal. Pero hay otros consejos que también pueden ayudar:
Recomendaciones:
– Añadir a la bañera una cocción de avena (5 tazas de agua durante 15 minutos con unos copos de avena). Con la pasta que se forma en el colador, ponerla en la piel afectada mientras se llena la bañera. ¡Cuidado a salir de la bañera porque resbala mucho!
– Utilizar un gel de caléndula, o aloe vera, ya que respeta el ph de la piel y no la daña, además de curar y secar la piel.
– Secar después del baño la piel muy bien y con mucho mimo sin frotar. Después puedes aplicar una crema sin aditivos tóxicos derivados del petróleo, por ejemplo alguna crema con cera de abejas, aloe vera, vitamina E o Omega 6.
– Suplementar tomando perlas de Omega 3 ya que es antiinflamatorio y muy importante en estos casos..
– Oligoelementos: azufre.
Si el problema persiste o empeora, y sobre todo en bebés, es importante consultar antes con el pediatra o con un especialista dermatólogo para que valore el caso.